Petroglifos de Checta: Turismo vivencial en Canta.

 

Desde la carretera asfaltada que va a Canta, al norte de Lima y 5 km antes del pueblo de Santa Rosa de Quives se puede distinguir una humilde casa y detrás de ella, a unos 20 minutos de caminata, están los famosos Petroglíficos de Checta. Estos son trazos que representan dibujo de animales, humanos en cacería, elementos del Cosmos y otros bastante abstractos que se prestan a diferentes interpretaciones. En la casa delante, que nos puede servir como referencia, vivía la señora Consuelo Livia Aranguren, que falleción el el año 2005, quien cuidó de los Petroglifos durante la mayor parte de su vida.

Fuente: Bradshaw Foundation. "The lady of Checta"

Un poco de Historia: 

Los petroglifos tienen una antiguedad apróximada de entre 1800 a 1500 años, por lo cual se dice que pertenecen a la cultura Lima. Fueron descubiertos por Pedro Villar Córdoba en 1925, aunque tuvieron que pasar muchos años para que contaran con el reconocimiento estatal por lo cual, hasta el día de de hoy no es encuentran debidamente cuidados. 

En total los trazos suman un total de 450 y en ellos se reconocen imágenes antropomorfas y zoomorfas. El significado de estos queda todavía por revelar, incluso existen algunos que parecieran ser seres de otro mundo, por las características extrañas que poseen, las cuales serían las representaciones de sus Dioses. También han sido considerados por algunos estudiosos como espacio sagrado o de culto, pero dicha información carece de pruebas suficientes.

Cada vez existen más indicios que los Petroglifos de Checta fueron la PRIMERA manifestación de escritura en el Perú y que datan desde hace aproximádamente 5000 años.  Se supone que fue una forma de comunicarse a través de signos y figuras.

¿Cómo llegar?

Checta se encuentra a la altura del km 70 de la carretera Lima-Canta, para ello hay que salir por la Universitaria o la Avenida Túpac Amaru. El tiempo de viaje es de 1 hora y media.

Pérdidas irreparables:

Lamentablemente, los Petroglifos de Checta enfrentan un grave peligro por su conservación después de haber soportado el paso del tiempo, el clima y ahora deben lidiar con la irrespetuosidad de algunas personas. En algunas partes bajas del Querena, cerro donde se asientan estos Petroglifos, es muy difícil encontrar las famosas piedras talladas.

Gente del lugar comenta que en años anteriores se han visto camionetas extrayendo algunas rocas. Por suerte, más arriba aún siguien habiendo petroglifos a cada paso; sin embargo, muchos de ellos han sufrido actos vandálicos. El arqueólogo Ruiz Alba explica que al ser imposible ponerle una fecha exacta a los trabajos de piedra, mucha información se perderá debido a estos hechos.

Si disfrutas del turismo vivencial y cultural, no dudes en visitar los Petroglifos de Checta y admirar su gran valor para la arqueología e historia peruana.

-Samantha Grández